Me ha impresionado ver llorar al Reverendo Jesse Jackson... y no es para menos.
La población afroamericana ha sufrido muchas afrentas en tierras norteamericanas desde que llegó a ella, obligada, para cultivar tabaco y algodón. Mientras, la población de origen anglosajón gobernaba esos territorios y se enriquecía con los negocios que esa próspera tierra le facilitaba.
Poco a poco, dura y trabajosamente, esta población fue adquiriendo derechos y mejorando su situación social. Hay que reconocer que los Estados Unidos es un caso curioso en cuanto que en su seno ha planteado las luchas más sorprendentes -por cuestionar los principios éticos más elementales- pero, a su vez, las ha superado casi siempre desde una feroz lucha interna, que en ocasiones ha dado lugar a soluciones violentas y, en otras, a soluciones democráticas, siendo una constante en esas dialécticas la presencia del conflicto racial. Practicamente hasta nuestros días.
Por eso es muy duro aceptar que cuando este país se encuentra ante la más dura crisis económica, cuando ve cuestionado el liderazgo mundial, le toque trabajar para arreglar todo este tinglao de blancos... a un negro. ¿A quién si no?
No me extraña que llore el Reverendo Jesse Jackson y con él toda la población afroamericana.
2 comentarios:
Obama ha sido bien recibido, pero todavía tiene que ejercer y ejecutar sus ideas , ahora tiene unos retos de órdago trás 8 años de penosa administración Bush , augura muchos cambios pero el que realmente se ha dado tiene cómo mótivo su color de piel, cómo si un presidente afroamericano fuese ahora el gran salvador y el que tenga la varita mágica para acabar con la crisis norteamericana.
Y Obama no es negro, yo lo veo más bien marrón..cómo el que se va a comer en los próximos meses.
(shinchan)
Shin Chan, tienes razón. Una cosa es predicar y otra dar trigo...
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