lunes, 2 de abril de 2007

Sobre un posible referéndum de autodeterminación del País Vasco

La primera medida necesaria para que exista un referéndum sobre la autodeterminación del País Vasco consiste en precisar quiénes pueden decidir o no sobre esta cuestión. Mucha gente ha analizado quiénes podrían votar o no, partiendo del concepto de "vasco". El problema es que no se ponen de acuerdo y existen sospechas de que las dos opciones principales (a favor de la autodeterminación y en contra de ella) quieren arrimar el "ascua a sus sardina" y sacar provecho electoral de la anchura o estrechura de manga al determinar quién es y quién no es "vasco".

Por eso yo propongo un cambio radical en la forma de plantear este problema: que voten los que no son vascos. Tampoco deberían votar los que son españoles o franceses. Ni los catalanes, gallegos o irlandeses. Por la misma regla de tres deberían abstenerse los británicos en general.

Estas exclusiones son lógicas ya que, por un lado, los vascos llevan tantos años obsesionados por esta cuestión que es imposible que vean "el problema vasco" (o "los problemas vascos") con la suficiente perspectiva y frialdad. Tampoco podrían votar los que de un modo más o menos directo están "interesados" en la decisión a adoptar, cualidad que se puede predicar de los grupos expuestos en el párrafo anterior.

Otro criterio de selección de los votantes consistiría en un examen previo sobre qué es el País Vasco, su cultura, su gente, su idioma, costumbres, geografía, etcétera. Quien superara dicha prueba habría de ser excluido también ya que es probable que carezca de objetividad, sin descartar la posibilidad de que estemos ante gente adoctrinada por los grupos de poder que están interesados en una u otra opción en el referéndum. Los votantes deben ser ajenos a toda idea preconcebida del "problema vasco" (o "problemas vascos").

La campaña "electoral" consistiría en un cuestionario realizado por los votantes acerca de las razones para acordar o denegar la autodeterminación, cuestionario ilimitado tanto en las preguntas como en las respuestas. No deben permitirse campañas publicitarias, eslóganes, empleo de medios de difusión que no sean estrictamente escritos: ni músicas ni imágenes ni fotos ni demás apelaciones al sentimiento. Ha de ser una decisión racional.

Por último, se considerarán nulos todos los votos que se limiten a decir sí o no. Toda respuesta habrá de ser motivada.

Me había propuesto volver a dedicar tiempo a éste, mi bloc, pero siempre que hablo en público me pongo nervioso.

Espero que estas ideas os hayan servido de ayuda para solucionar el "problema vasco" (o "problemas vascos").