lunes, 19 de octubre de 2009

Optimismo, humanidad, debilidad, sinceridad... Andrés y Antonio


Hace ya tiempo que murió Antonio Vega y sólo unos días que ha muerto Andrés Montes.

A la mayoría de los personajes "públicos" no los conocemos, por mucho que en las televisiones nos hayan enseñado a opinar y juzgar. A pesar de las dudas que los "hombres perfectos" mediáticos me transmiten, por su ausencia de credibilidad, jóvenes, sanos, con una seguridad pasmosa en lo que piensan y dicen, hay algunos que logran decirme "algo" que me gusta. Y me lo quedo.

Me quedo con las ganas de vivir de los seres defectuosos, de los que luchan contra su mala salud, su depresión y sus adicciones. Y viven para decirme que merece la pena vivir a pesar de todo. Los que dudan de lo que piensan, los que saben valorar la belleza del detalle pequeño, de la sonrisa, del apoyo que reciben de sus amigos y gente que comparte la vida con ellos, de su necesidad de sentirse apoyados por un compañero o por una mujer, del valor del ser humano que tienen al lado. De los que opinan y aportan.

Por eso no me duele tanto su muerte, porque han dejado su impronta en los que tuvimos el gusto de conocerles. Al resto no los juzgo porque no los conozco.

jueves, 30 de julio de 2009

Listos, tontos, buenos, malos y por qué se rechaza a quien piensa distinto

Todos tenemos amigos y familiares que piensan de forma distinta a nosotros y, probablemente porque les tratamos con regularidad y les conocemos, creemos que son "buena gente", buenas personas.

Con frecuencia escuchamos frases como "tal grupo (creyentes, ateos, fachas o rojos) está lleno de intransigentes, ignorantes y gentuza" expresión a la que se suele apostillar "aunque yo conozco a uno que es un gran tipo".

¿No es posible que el problema seamos nosotros mismos y que por la presión social, el entorno más cercano, los medios de comunicación y, sobre todo, el desconocimiento que tenemos de los demás, tendemos a pensar que para pensar distinto hay que ser un ignorante o una mala persona?

Los medios de comunicación lo fomentan y presentan a quien recibe la información un camino lleno de dogmas del que no te puedes salir ni puedes cuestionar, descalificando a todo el que se encuentra en la misma cuneta.

El problema de la soberbia intelectual y la superioridad moral. ¡Cuán listos somos y cuánto sabemos!. Y qué poca humildad.

martes, 24 de marzo de 2009

El Papa, la ONU, los países desarrollados y el preservativo

Aunque la comparación es simple, tal vez entiendas lo que algunos pensamos sobre este tema.

Imagina que en el África subsahariana hay muchos muertos por accidentes de tráfico porque a sus habitantes les gusta conducir deprisa, hay malas carreteras, sus coches no tienen airbags.

Para resolver el problema Alemania e Italia proponen que la ONU compre coches de las marcas BMW, Mercedes, Ferrari... todos ellos con grandes medidas de seguridad.

Luego la ONU los regala en el África subsahariana para que sus habitantes puedan correr a 180 km/h "sin riesgo".

Llega el Papa a África y dice que estas medidas no son efectivas y que sería mejor conducir despacio. Pero, claro, el Papa no conoce a los africanos ni su afición por ir en coche a altas velocidades.

miércoles, 11 de marzo de 2009

viernes, 6 de marzo de 2009

Aniversario de la muerte de John Belushi

En la banda sonora de la película de los Blues Brothers omiten esta simpática versión de "Stand by your man" que interpretan Elwood y Jake en el bar country.

jueves, 12 de febrero de 2009

La política en España tiene su "encanto"

El mismo encanto que tiene el boxeo, en el que, al final del combate, vemos a un tío con la cara hinchada, llena de moratones y a punto de caer, absolutamente feliz porque su rival está peor, tumbado en la lona.

martes, 10 de febrero de 2009

Sobre vidas y muertes "dignas"

Me hace gracia la expresión "muerte digna" ya que la muerte, en sí, yo no la veo digna o indigna. Es sólo un momento puntual en el que el cuerpo deja de vivir. Tu muerte será más digna o menos digna en función de tu vida pasada y, para mucha gente, de tu "posición social", de tu "salud mental" o "física" justo antes de morir. Pero cuando mueres, todo eso deja de importar y por eso yo no creo en ese concepto.

Ahora, lo que sí me importa es la "vida indigna" que tenemos justo antes de morir, ya que si otra persona vive "indignamente" ¿por qué no pongo (ponemos) todos los medios para que esa vida cambie?

Hacer que toda vida sea "digna" es la mejor solución para este problema. Mucho mejor que la muerte.

martes, 3 de febrero de 2009

¿Víctimas? De serlo -que es mucho decir- lo seríamos a cambio de ser felices

Leyendo de aquí y de allá me encuentro con una cita que me ha gustado mucho:

"El mundo en el que vivimos es malo, Donato. Pero en medio de este mundo he descubierto a un grupo de personas santas y serenas. Son personas que han encontrado una felicidad que es mil veces más alegre que todos los placeres de nuestras vidas de pecadores. Estas personas son despreciadas y perseguidas, pero eso no les importa. Son cristianos, Donato, y yo soy uno de ellos". Cipriano de Cartago (siglo III) a Donato.

Se me ha ocurrido enlazar esta cita con el "victimismo", actitud de la que en ocasiones se acusa a los cristianos.

Soy creyente y me doy por aludido en lo del victimismo. Y aclaro que no lo hago por ser cristiano, ya que si fuera de verdad "cristiano" no protestaría tanto.

Respecto de este tema del victimismo se me ocurren varias cosas:

1.- En el plano personal, no somo víctimas ya que todo lo malo que nos pueda pasar lo compensa con creces la felicidad que se tiene cuando se imita a Cristo.

2.- Desde el análisis histórico, a pesar de lo mucho que se miente y se deforma la realidad cuando se habla de la Historia de la Iglesia -Cruzadas, Inquisición, Galileo...- y a que, en ese sentido, se podría hablar de un victimismo justo, la Historia se escribe día a día: la escribimos nosotros.

3.- Por comparación, no ya con Jesucristo, sino con el resto del mundo, me acuerdo de una cita de Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI) en un Via Crucis en el que figuraba como coautor:

"Jesús participó realmente de la angustia de los condenados, mientras que nosotros —la mayor parte de nosotros- no participamos de los horrores de este siglo más que como espectadores. Esto lleva consigo una consideración de cierta importancia; pues lo curioso es que la idea de que Dios no puede existir, la desaparición total de Dios, se produce en aquellos que no son más que espectadores de los horrores que se dan, en aquellos que, acomodados en su sillón, contemplan lo terrible del mundo y creen haber cumplido con su obligación y haberse defendido diciendo: si existen tales horrores es que no hay Dios. Pero la reacción de aquellos que verdaderamente sufren es frecuentemente la contraria: precisamente en su sufrimiento descubren a Dios. En este mundo la adoración sigue saliendo de los hornos de los que fueron quemados, y no de los espectadores del horror. No es ninguna casualidad que el pueblo de la revelación, el pueblo que conoció a Dios y lo dio a conocer al mundo, haya sido el pueblo que más ha sufrido a lo largo de la historia, bastante antes de llegar a Auschwitz en los años 1940-1945. Y no es ninguna casualidad que el hombre más torturado, el que más sufrió —Jesús de Nazaret— haya sido el revelador, mejor dicho, haya sido y sea la revelación misma. No es ninguna casualidad que la fe en Dios provenga de un rostro lleno de sangre y heridas, de un crucificado, y que el ateísmo tenga su padre en Epicuro, en el mundo de los espectadores saciados.

De repente brilla en toda su claridad la seriedad misteriosa y para nosotros amenazadora de unas palabras de Jesús que muchos de nosotros habíamos apartado a un lado como inadecuadas: Antes pasa un camello por el ojo de una aguja, que un rico entra en el cielo un rico, es decir, alguien a quien le va bien, que está saturado de bienestar y sólo conoce el dolor a través del televisor, Tomemos en serio estas palabras, que nos amonestan precisamente en el Viernes Santo. Es cierto que ni necesitamos ni debemos buscarnos el sufrimiento y la angustia nosotros mismos. Dios manda el Viernes Santo donde y cuando él quiere. Pero debemos tener siempre presente —no sólo teóricamente, sino en la práctica de nuestra vida— que todo lo bueno es un don de él, del que hemos de responder. Y también debemos tener siempre presente —y nuevamente no sólo en teoría, sino en la práctica de nuestro pensamiento y de nuestra actuación— que junto a la presencia real de Jesús en la Iglesia gracias a los sacramentos, hay otra presencia real de Jesús en los más pequeños, en los que sufren en este mundo, en los que él quiere que nosotros sepamos encontrarle. Lo que cada año exige de nosotros la celebración del Viernes Santo es que renovemos en nosotros esta actitud."

miércoles, 14 de enero de 2009

“Guillermo Rovirosa Albet…

…nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 4 de agosto de 1897. A los 18 años rompe con la vida cristiana y comienza los estudios en la Escuela de Directores de Industrias Eléctricas de Barcelona. En 1922 se casa con Catalina Canals. Vive un tiempo de desorientación y de búsqueda de la verdad en las filosofías y corrientes religiosas del momento. Se trasladan a París.

Unas palabras casualmente oídas al Arzobispo de París le hacen ver que ha rechazado a Jesucristo sin conocerlo realmente. Por honestidad, emprende un proceso de información sobre la figura de Jesús…”

Pues eso.