jueves, 30 de julio de 2009

Listos, tontos, buenos, malos y por qué se rechaza a quien piensa distinto

Todos tenemos amigos y familiares que piensan de forma distinta a nosotros y, probablemente porque les tratamos con regularidad y les conocemos, creemos que son "buena gente", buenas personas.

Con frecuencia escuchamos frases como "tal grupo (creyentes, ateos, fachas o rojos) está lleno de intransigentes, ignorantes y gentuza" expresión a la que se suele apostillar "aunque yo conozco a uno que es un gran tipo".

¿No es posible que el problema seamos nosotros mismos y que por la presión social, el entorno más cercano, los medios de comunicación y, sobre todo, el desconocimiento que tenemos de los demás, tendemos a pensar que para pensar distinto hay que ser un ignorante o una mala persona?

Los medios de comunicación lo fomentan y presentan a quien recibe la información un camino lleno de dogmas del que no te puedes salir ni puedes cuestionar, descalificando a todo el que se encuentra en la misma cuneta.

El problema de la soberbia intelectual y la superioridad moral. ¡Cuán listos somos y cuánto sabemos!. Y qué poca humildad.

No hay comentarios: