jueves, 29 de noviembre de 2007

Eficacia policial

Para pensarse dos veces lo de asaltar un banco...

lunes, 26 de noviembre de 2007

Peazo entrevista

Es una entrevista a un cantante y actor mejicano que se llama Eduardo Verástegui. A las chicas les puede gustar más...

Esperanza

Reproduzco una noticia que me ha motivado. Después, el que la lea la interpretará como quiera. Habrá incluso quien la interprete sin leerla... Yo la pongo.


"Casi 140 líderes islámicos se suman al diálogo con la Iglesia

Sin él, «no puede existir una verdadera paz en el mundo»

Darío Menor

Ciudad del Vaticano- El cristianismo y el islam acercan posturas. Al menos, así lo pretenden El Vaticano y un grupo de 138 líderes religiosos musulmanes, quienes enviaron el pasado mes de octubre una carta abierta al Papa y a otros dirigentes cristianos en la que proponen el diálogo como herramienta para acabar con los conflictos en el Planeta. «Sin paz y justicia entre cristianos y musulmanes no puede existir una verdadera paz en el mundo», reza la misiva, continuación del comunicado que el año pasado 38 protagonistas del pensamiento islámico dirigieron a Benedicto XVI después de su histórico discurso en Ratisbona.

Desde entonces ha ido creciendo el número de líderes musulmanes de todas las corrientes -sunníes, chiíes y de otras ramas menores- que querían adherirse a la carta. El último en estampar su firma ha sido Tariq Ramadán, profesor de la Universidad de Oxford y uno de los pensadores más controvertidos del islam actual por su equidistancia entre los principios occidentales y los dogmas musulmanes más radicales.

Otro de los firmantes de la carta es el jeque Izz al-Din Ibrahim, consejero de asuntos culturales del primer ministro de Emiratos Árabes Unidos e imán de este país. Ibrahim tuvo ocasión de reunirse con Benedicto XVI en el reciente Encuentro Internacional por la Paz organizado por la comunidad de Sant’Egidio en Nápoles a finales de octubre, una ocasión en la que se mostró nuevamente la gran voluntad del Pontífice por profundizar en el diálogo interreligioso.

Pese a que todavía no ha habido una respuesta oficial a la carta de los líderes musulmanes, que llegará en unos meses según algunas fuentes vaticanas, la Santa Sede ya ha realizado una primera valoración. Ésta se ha producido por boca del cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, quien calificó el documento de «alentador» y «muy interesante». La carta representa «una señal muy esperanzadora porque demuestra que la buena voluntad y el diálogo son capaces de vencer los prejuicios», afirma monseñor Tauran, que ve con muy buenos ojos lo que él llama el «diálogo de la espiritualidad».

Mano abierta del Papa

El cardenal ya había dado muestras anteriormente de la mano abierta que Benedicto XVI tiende al resto de religiones. Fue a finales de septiembre, cuando aprovechando el final de Ramadán -las fechas más sagradas para el islam-, el Vaticano emitió un comunicado en el que invitaba a católicos y musulmanes a protagonizar la construcción de un mundo en paz, un mensaje que coincide en sus principios con la carta que los 138 religiosos islámicos han presentado ahora al Papa. Ambos documentos también encuentran un punto común en su condena a la utilización de la religión como excusa para la violencia.

Mientras que la misiva de los dirigentes musulmanes deja sin argumentos a los seguidores de la yihad, el comunicado del Vaticano afirma que los actos violentos «no pueden tener nunca motivaciones religiosos, ya que ellas ofenden la imagen de Dios en el hombre»."

lunes, 12 de noviembre de 2007

Ante la muerte de un ser querido

Mi padre (q.e.p.d.) recitaba con frecuencia un soneto que siempre me ha gustado. Con los años, gracias a internet y a mi hermano Ramón, he sabido que el soneto era algo distinto de como lo recitaba mi padre. Por diversos motivos me viene a la memoria... Su autor es Don José de Carvajal y Hue (Málaga, 1834- Madrid, 1899), poeta, gran orador, republicano, representante en Cortes por Málaga y Ministro de Estado y Hacienda.

Como quiero morir

Quiero morir tranquila mi conciencia
de no haber hecho daño voluntario,
con lágrimas bañando el relicario
del alma, en el altar de mi creencia.

Labro en sufrir y amar mística esencia,
que redime la culpa en el calvario;
yo pequé, mas sufrí viento contrario
y amé a Dios, a mi patria y a la ciencia.

Quiero morir en brazos de mi hijo
y hallar mi sepultura en el sendero
de la fe y el honor con rumbo fijo.

Quiero morir cristiano y caballero,
quiero morir besando un crucifijo
¡y sé que no es morir esto que quiero!

miércoles, 7 de noviembre de 2007

11-M: Libertad para opinar

En un asunto tan turbio –antónimo de claro, es decir, poco claro- mantener una opinión significa tomar partido por una opción política y ser insultado y etiquetado. Es una prueba de la politización de la sociedad, con la clara ingerencia de los medios de comunicación, en los que se abusa del maniqueísmo y del dogma.

Maniqueísmo porque en este asunto opinar de una forma lleva implícito un juicio de intención, de forma que tu opinión –si es la contraria a la que mantiene el grupo X, el que sea- no se sustenta en tu creencia sobre la verdad de los hechos sino en la defensa de unos intereses espurios. Tu único descargo es haber sido manipulado o engañado ya que los engañadores –se llamen Cadena Ser o El Mundo-, esos sí que lo hacen con una intencionalidad política o crematística y nunca con la intención de conocer la verdad.

El abuso del dogma no sé si es consecuencia o causa de ese maniqueísmo. A mí es lo que más me asombra, que tanto los que defienden la denominada “versión oficial” como la denominada “de la conspiración” no admiten una opinión distinta y defienden la suya como si fuese un dogma.

La libertad para opinar no es una reivindicación que hago para este tema, lo hago para cualquier otro debate político. Y es que hoy en día es muy complicado discutir sobre cualquier cuestión sin que se hagan presentes la politización, el maniqueísmo y el abuso del dogma.

Los discípulos de Sócrates le atribuían la frase “sólo sé que no sé nada”. La sensación que tengo al ver cómo la gente está tan segura de lo que piensa me hace sospechar que la sociedad actual está llena de esos sofistas que tanto atacaba el filósofo griego. Al menos en la política. Faltan toneladas de humildad intelectual, presumiendo, que es mucho presumir, que el dogmatismo se ejercite de buena fe, ya que en esta sociedad tan propagandista dudar es síntoma de debilidad y, por tanto, los mensajes hay que exponerlos de forma que nadie los pueda cuestionar.

Lo peor es que esta forma de plantear los debates está dividiendo y enfrentando a la sociedad.