martes, 21 de octubre de 2008

Camino, Alexia y la "muerte digna"

Como buen internauta patrio, tanto desde mi cualidad de internauta como desde la de patrio, me gusta opinar de temas que no domino. ¿O es que el verdadero atractivo de los debates y discusiones en la red no consiste en, primero, tomar partido y, luego, buscar argumentos para quedar por encima del resto? ¿Sólo en la red?

No he visto la película "Camino" ni conozco, salvo dos generalidades, la vida de Alexia. Por ejemplo, no sé si Alexia fue del Opus Dei. Pero voy a hablar del tema.

Y empiezo desde mi "deformación profesional" (soy abogado), aplicando el principio de "presunción de inocencia" a Don Javier Fesser, director de la película "Camino", presuponiendo que ha tratado de reflejar la realidad del Opus Dei y la vida de esta niña... pero desde los "esquemas mentales" de un "ateo practicante". Es decir, que estamos ante una película "objetivamente subjetiva", "subjetivamente objetiva" y, por supuesto, viceversa. El problema, veo yo, es si un ateo practicante puede llegar a entender desde sus esquemas mentales el Opus Dei y la enfermedad y muerte de una niña creyente y, después, plasmar todo en una película... y que esa película sea fiel reflejo de la realidad.

Yo no sería capaz de dar una clase de Física cuántica. O sí, que para eso soy "internauta patrio"... Mmmm, tal vez si me lo propongo -y me lo financian- consiga hacer una película sobre la Física cuántica.

Como ya no sé cómo seguir, me voy por los célebres cerros de Úbeda. Cuando los defensores de la eutanasia emplean el término "muerte digna", lo que en realidad señalan es una "vida indigna" y una vía para solucionar ese problema. ¿Y qué es una "vida indigna": la del enfermo que sufre dolores físicos, la del anciano olvidado de su familia que sufre dolores morales, la del empresario que se enriquece con salarios y negocios injustos y es admirado por sus vecinos o la del funcionario "de libre designación" -político- que gana tres veces más que el trabajador del sector privado, a costa del erario público, es decir, de los impuestos que pagan los trabajadores del sector privado, y se dedica en exclusiva al partido político en el que milita?

Volviendo al tema, la vida de Alexia, deduzco, es la de una niña enferma de cáncer, con fuertes dolores físicos, que va a morir -salvo hecho extraordinario que los creyentes denominamos "milagro"- y que, deseando que ocurra ese hecho extraordinario, no obstante, es feliz ofreciendo sus sufrimientos para -atención, ateos- "corredimir". El que no domine este concepto de "corredención", consistiría, según aproximación "pedestre" de quien suscribe, en que todo ser humano puede colaborar en la obra redentora de Jesucristo y, por amor a los demás, ofrecerse a Dios para que nos sea mostrado el camino de la Verdad, la Justicia... es decir, para que veámos cómo podemos mejorar este mundo y tengamos fuerzas para hacerlo realidad.

El sufrimiento físico no se lo quita nadie, salvo la administración de medicamentos, pero sus creencias le ayudan a ser feliz. Esas mismas creencias hacen que esta niña esté rodeada en el momento de su muerte de su familia, amigas, profesoras... y muere siendo feliz. ¿No es ésta una "muerte digna"?

Digo yo que para que una muerte sea digna, habrá primero que dignificar la vida del enfermo, del solitario, del hambriento, del infeliz. Pero si sus circunstancias, esas por las que en ocasiones una persona desea morir, no cambian ¿podemos considerar que muere dignamente o indignamente? Yo conozco una persona que deseó morir hace más de quince años porque era infeliz y hoy está felizmente casada y tiene dos hijos.

Quedaría por resolver el problema de si las creencias de esta niña son ciertas, pero ¿no habíamos quedado en que nada es verdad y en que todo depende del color del cristal con que se mira? Supongo que nadie quiere imponer el color de sus gafas al resto.

Sin tratar de imponeros mi verdad y por si alguno necesita ayuda y no tiene a quien acudir, por si las moscas, os invito a que se lo pidáis a Alexia:





Dios de piedad y misericordia
que derramaste sobre tu sierva Alexia
gracias abundantísimas
para que, viviendo con fe y sencillez
los acontecimientos de cada día
te siguiera alegremente por el camino de la Cruz,

haz que por su mediación viva yo,
abandonado en tus paternales brazos,
la grandeza de las cosas pequeñas,
haciéndose realidad
también en mí, y en los demás,
la súplica que, desde niña, suscitaste en su alma:
¡Jesús, que yo haga siempre lo que Tú quieras!

Dígnate glorificar a tu sierva Alexia
y concédeme, por su intercesión,
el favor que te pido.

(Pídase)
Padrenuestro, Avemaría y Gloria

7 comentarios:

Juanjo dijo...

Iperico, me ha gustado el paralelismo que haces con la eutanasia.

Yo por motivos profesionales sí que he tengo la desgracia de hablarte de la película con conocimiento de causa. En el fondo late una pregunta: ¿por qué el dolor, el sufrimiento?. Es un rechazo explícito al motivo sobrenatural. El dolor, el final de la vida terrestre interroga, y no se pueden dar más que dos respuestas: o todo se acaba o todo sigue.

Si se parte de la primera no se entiende nada más. Es un apriori, y el ejemplo de Alexia golpea, la aceptación incluso con "alegría" sobrenatural es un escándalo, el de la Cruz.

Con esos supuestos de partida no cabe otra explicación de que todo sea un montaje, de que haya motivos ocultos. Sinceramente no le creo mala intención a Fresser, le creo incapacidad. Y aunque nos cueste quizá lo primero sea rezar por él, seguro que Alexia desde el cielo lo hace.

iperico dijo...

- Anónimo. Me he leído los comunicados de la familia de Alexia y no me parece normal que Fesser no se haya puesto en contacto con ellos hasta que terminó de grabar la película. Me gustaría conocer también las razones de Fesser. Tampoco me gusta que se juegue tanto con los términos realidad y ficción. La historia debe tratar de describir los hechos tal y como fueron, sin mitificaciones ni caricaturas.

iperico dijo...

Juanjo, a mí me gustaría ver la película porque creo que uno de los errores del católico "tradicional" -no sé si utilizo el término correcto- ha sido "despreciar" a quien no piensa como él. Es decir, yo tiro pa'lante con mis creencias y si no me entienden ni me siguen, allá ellos. Moverse en un ambiente "no creyente" te hace profundizar más en tus creencias y entender mejor a quien no piensa como tú (andar con sus sandalias). Tal vez por eso tú y yo coincidimos en que la película no tiene por qué tener una intencionalidad torcida o mala intención. Es como mucha gente ve al creyente. Por eso creo que hay que saber explicar por qué creemos.

Otro tema es el del dolor y el sufrimiento, clave para entender el cristianismo. Siempre se plantea como un misterio y, sin embargo, la sociedad actual no descarta darse baños o duchas de agua fría, si es para tener bien el cutis. O que te duela todo el cuerpo, si es para estar cachas, por vanidad o conseguir una azaña como cruzar el estrecho a nado. Pero es que ningún creyente busca el sufrimiento sin sentido. Es algo que criticaba Santa Teresa -porque en el fondo no sería más que una forma de vanidad y de búsqueda de uno mismo-. El sufrimiento está ahí y simplemente no se rehuye.

Anónimo dijo...

Fesser está currando a tope para promocionar publicitariamente su peli.

Después de las broncas que ha armado con la familia de la niña, a la que maltrata con verdadera mala leche, este fin de semana -qué casualidad, precisamente este fin de semana, tan decisivo económicamente para su película- escribe una carta al opus.

¿No podían dejarnos a los espectadores que sacásemos nuestras propias conclusiones sin tanta publicidad?

¡Lo que tienen que trabajar los directores de cine para que el personal hable de ellos y vaya a ver sus pelis!

iperico dijo...

Arturo, no creo que vaya a ver la película, pero insisto en que hay que partir de una presunción de "inocencia". ¿Que Fesser tiene mal concepto del Opus Deí? Pues como la mucha gente en España. Recuerdo perfectamente cuando tenía 12 años y los chavales del instituto me decían que era una "mafia blanca" (expresión que yo no entendía).

Sólo pido que la gente, a la hora de juzgar el Opus Dei, trate de entenderlo y aplique esta misma presunción de inocencia.

El miedo a lo desconocido...

Anónimo dijo...

Hola, acabo de ver la película y en lineas generales me ha gustado.
Creo importante tener en cuenta que al principio de la película, unas letras dicen: "inspirada en hechos reales". Para mí es suficiente, no está basada en hechos reales, ni intenta narrar una historia real, ni una visión de cómo ocurrió. Simplemente es una ficción inspirada en una historia real y que está dedicada a la persona cuya historia la inspira.
A partir de ahí, la peli toca muchos temas (eutanasia, amistad, manipulación, Opus Dei, fanatismo, machismo, amor, etc) para los cuales cada uno tiene su opinión. También creo que el hecho de que se haya inspirado en una historia real, crea un estado de crítica del cual el autor se beneficia ya que la popularidad es mayor que si el argumento estuviera inventado en un 100% sin tomar ningún caso real como modelo.

iperico dijo...

Anónimo sub 2. Sería interesante analizar todas aquellas obras que se definen como "ficciones basadas en historias reales". Sin entrar en el juicio de intención ¿qué efectos producen estas ficciones en los espectadores? Hay muchos personajes reales y alguien los pinta de una manera ficticia... ¿Es lícito usar así una historia? ¿no se está mintiendo cuando esa ficción presenta a un personaje real de forma muy distinta a como fue en la realidad?

La mitificación y la caricatura son dos formas de mentir.